martes, 30 de septiembre de 2008

¿Quién los ve andar por la ciudad
si todos están ciegos?
Ellos se toman de la mano: algo habla
entre sus dedos, lenguas dulces
lamen la húmeda palma, corren por las falanges,

y arriba está la noche llena de ojos.
Son los amantes, su isla flota a la deriva
hacia muertes de césped, hacia puertos
que se abren entre sábanas.
Todo se desordena a través
de ellos,
todo encuentra su cifra escamoteada;
pero ellos ni siquiera saben
que mientras ruedan en su amarga arena
hay una pausa en la obra de la nada,
el tigre es un jardín que juega.
Amanece en los carros de basura,
empiezan a salir los ciegos,
el ministerio abre sus puertas.
Los amantes rendidos se miran y se tocan
una vez más antes de oler el día.
Ya están vestidos, ya se van por la calle.
Y es sólo entonces
cuando están muertos, cuando están vestidos,
que la ciudad los recupera hipócrita
y les impone los deberes cotidianos.



Finalmente la primavera llegó, aunque sus acordes resonaban en mis oídos, desde hace un par de meses atrás, anunciando su venida...

Y entre boletos de tren y monedas para el colectivo, entre el alboroto que me rodeaba y el rostro reflexivo de mi querida Anita, entre algunos caramelos y el cielo cubierto de estrellas... recibí unas palabritas de mi apreciado señor de los lunares...

[La globalización, los avances de la tecnología y todo lo que acarrean, suelen des-hacer la parte sólida de las relaciones, convirtiéndolas en líquidas... en un líquido que no sabemos como retener y que no podemos evitar, se escurran entre nuestros dedos... Hay múltiples puntos de vista sobre este tema... y a mi parecer, me da una extraña sensación todo este avance tecnológico... siento que cada vez nos alejamos más... siento que poco a poco vamos perdiendo los sentires, las palabras, las caricias, las miradas... hago un pequeño regreso a mis épocas de bailes y a las cartitas que nos mandábamos de declaración de amor... y me encantaría que los chicos de hoy pudieran apreciar la calidez del papel, el sonido del crayón rosa...]*

Más allá de todo eso, más allá del mundo, esas letras consiguieron hacer que mi corazón golpee con más fuerza... cada palabra suya es una caricia, casi casi similar a esa que me despierta por las mañanas, a su lado... y cada letra roza mi piel con una suavidad muy particular, muy única... porque a su lado, mi mundo se pinta de acuarelas y tizas... y lo colores invaden mi horizonte...

Esa noche me preparó un encuentro contigo... un encuentro lleno de abrazos y de miradas... de risas y de complicidades... y todas esas palabras formaron una perfecta melodía, que llenó de calor toda mi alma, bajo esa preciosa noche de lluvia…

"... nunca volvería a estar tan cerca de mi libertad como en esos días en que me sentía acorralado por el mundo Maga, y que la ansiedad por liberarme era una admisión de derrota ..."


Hay una revolución de primaveras por estos lados... solo puedo decir que soy feliz, muy... y que algún día mis palabras llegarán a su destinatario... mientras tanto las comparto con Uds...

Que estén bien... Gracias…

Y salud !



* Perdón, pero se está volviendo un tema recurrente en mis charlas… y obviamente acá también dio el presente…